Ricky Martín y otras paternidades en la noche 100

Ricky Martin podría ser una futura Shakira para los barceloneses, y no porque le guste un jugador del Barça. «Siempre es maravilloso venir a Barcelona, el problema es dejarla, me gustaría pasar un tiempo y tal vez en un futuro invierto en alguna propiedad», explicó quién puede ser nuestro futuro vecino en su fugaz estancia en la ciudad para recoger en el Palau Nacional de Montjuïc un galardón de la Cadena 100: «Pasan los años pero lo importante es no perder la ilusión de recibir estos premios», comenta el cantante, que parece vivir uno de sus mejores momentos.

Está en muy buena forma física (Laura Pausini hasta nos ha dicho que tiene un gran culo) y profesionalmente acaba de sacar disco con un nombre que anuncia equilibrio personal y cosas que decir: A quién quiera escuchar. También se sabe cuidar. Aquí pidió un tiempo libre para poder hacer yoga mirando el mar en el hotel Grand Marina, algo difícil de conseguir dado el poco tiempo que recaló en la ciudad. En plena gira, a las siete de la mañana, partía hacia Nueva York.

El cantante dio un paso de gigante hacia su felicidad cuando en 2008 tuvo dos hijos (Valentino y Matteo) con un vientre subrogado y dos años después declaró su homosexualidad al mundo. Ahora acaba de conceder una entrevista al británico The Sun respondiendo preguntas sobre su situación sentimental. Asegura que está soltero y que está conociendo gente atractiva, pero que con dos niños no puede llevar un hombre nuevo en casa todos los días. Además, no busca un adonis, sino a alguien con quien «haya conexión». Martin felicitó hace unos días por Twitter a Irlanda para aprobar el matrimonio homosexual: «Es el primer país que consigue la libertad por votación popular». Con una abuela vasca, el cantante adoptó la nacionalidad española en 2011 y todo el mundo esperaba que se casara con su compañero Carlos González, pero la pareja se separó el año pasado. «No nos hablamos en un año, pero ahora somos buenos amigos», cuenta en The sun.

Poco añadió a tan íntimas declaraciones a su llegada al Palacio Nacional. Se mostró simpático y cálido, como siempre, pero una barrera de guardaespaldas y asesores no hacía fácil mantener una conversación con un hombre que no deja de romper esquemas conservadores. Su último proyecto personal pasa por adoptar una niña. «Estoy explorando la idea de adoptar que en algunos países es bastante complicada si eres un hombre soltero», dijo en Londres. En Barcelona nos confirmó que está entregado a esta tarea: «Estamos en ese trabajo. Ya les dejaré saber. Es mucho trabajo». Y cuando se le preguntó si Valentino y Matteo estaban con él dijo que sí porque «siempre estan en mi corazón». Pero físicamente, «se han quedado con los abuelos». Los niños, que le acompañan cuando va de gira, ya saben que es Ricky Martin y a veces lo llaman así, aunque el cantante prefiere ser solo «papá». Natural.

En Barcelona Ricky nos habló de los cuentos infantiles que escribe y de la fundación que preside para salvar niños en situación de esclavitud. «Ricky es padre de 140 niños», decía Paula Vázquez al presentarlo en el escenario. Sentada a su lado durante la gala, terminó la noche comprometida a apadrinar un niño. Como Miguel Abellán. La presentadora, de 40 años, hace poco que ha vitrificado óvulos para quitarse la presión del reloj biológico. «Vivía con la angustia de no encontrar a la persona idónea a tiempo, y este paso me ha devuelto la calma. Si te soy sincera me he quitado un peso de encima y ahora ya no tengo tan claro si quiero ser madre. De hecho, las mujeres no debemos tener hijos por obligación y yo creo que no quiero», me confiesa.

Paula ya nos contó su deseo de preservar ovocitos hace dos años en una pasarela 080 Barcelona Fashion, comentando como de complicado es hacer coincidir tu carrera con la maternidad. «A veces quieres tenerlos y no es el momento, y cuando es el momento tu agenda no lo permite. Hoy por hoy para mi es más importante mi carrera», me cuenta ahora. Y se siente feliz por tener opciones. Cree que Ricky Martín ha abierto caminos aunque ella por el hecho de ser mujer preferiría ser madre biológica. «Ahora bien, a dia de hoy no me veo teniéndolo sin una pareja al lado, en el futuro ya se verá».

Jesús Calleja encorbatado, con tejanos rotos de Dsquared y tan fan de la India como Ricky Martin, a quién adora y ya ha intentado fichar para su programa. El aventurero planea vacaciones en el destrozado Nepal, escalando una difícil montaña donde no llega la ayuda. «Viví 16 años como guía en Katmandú, y mis tres hijos son de allí». Hace años salvó a un niño enfermo de la muerte, Ganesh, y luego acogió a dos hermanos amigos suyos. Siempre los ha vivido como hijos propios. Calleja prepara nuevo programa del que me avanza un poquito: Se llamará Volando voy está rodado en España con alta tecnología, humor… «Es un formato nuevo total».

Parte del equipo de El Chiringuito de Pepe

También rueda nuevas entregas de Planeta Calleja y cuando le preguntas qué famoso le impresionó más, dice aquello tan sabido de que todos son magníficos. Si se insiste alaba a su amigo Santi Millán, a quién se llevó al monte Cervino, «una de las montañas más complejas, donde han muerto 500 personas». «Me llevaste engañao«, le replica el actor: «Cuando estuvimos arriba pensaba que un helicóptero nos bajaría pero no señor, tocaba bajar a pie!». Aunque esté en plena forma y le encante el deporte, Santi me dice que no suframos, que no peligra que cambie de profesión. Actuar es su oficio y el Chiringuito de Pepe se llevó otro de los premios de la noche.

A Calleja le entregó el premio una Sonia Ferrer muy sexy, enfundada en un Amaya Arzuaga negro. También habló de criaturas. Dice que su hija es lo primero en su vida, y que hace lo posible para que no sufra la separación de sus padres. Una ruptura que no es fácil (Marco Vricela ganó la custodia y ella la ha recurrido) pero que no impide que se unan para celebrar el quinto aniversario de la pequeña. La presentadora asegura que no se arrepiente de sus relaciones («he vivido momentos muy felices») y eso incluye a su ex marido y también a Álvaro Muñoz Escassi, con quién ha roto recientemente. «Nos dimos cuenta de que funcionábamos mejor como amigos que como pareja».

Desiree Cordero también ha roto con su novio, Álvaro (el hijo del exfutbolista Fernando Hierro). Lo cuenta en el photocall, vestida por la cañera firma de novias, Yolan Cris (que vistió a las hermanas de Kim Kardasian para la boda de la socialité) precisamente la semana en que aparece en Hola con el titular: «Me encantaria casarme con Álvaro y ese día estar rodeada de familia y amigos». En la revista, la que fue candidata española a Miss Universo describe su año con él como un tiempo muy bueno en que los dos han aprendido mucho el uno del otro mientras luce bañadores de Yamamay.

Ariadne Artiles no solo los luce sinó que se ha atrevido a diseñar una colección con la firma italiana. Se ha inspirado en su tierra canaria, así que hay colores tierra, tonos calentitos y piezas escotadas en negro sexy.  La presentó la misma tarde en què Ricky recibía su premio, en la tienda barcelonesa de Yamamay. La modelo también quiere ser madre porque desde pequeña siempre ha sentido instinto maternal («lo era con los niños de la clase») y dice que quizá no tarde mucho. Cuando lo haga, se tomará un tiempo libre. En la presentación cuenta que para ella no es tan importante como sea el cuerpo de la mujer sino la calidad del bikini que viste. El suyo no tiene ni un gramo de más y asegura que lo cuida comiendo sano, bebiendo agua y haciendo yoga. Mira, como Ricky Martin.

Cecilia Gómez llegó vestida de Le Smoquing, Adriana Abenia, de Adolfo Dominguez con zapatos Ursula Mascaró, y Melendi con chaqueta de Etro y con el pelo corto, un look que le gusta y que piensa seguir llevando.

Los premiados de la noche, sin Ricky, que se fue antes para coger un vuelo a las siete de la mañana

Fotos del post: Jordan, Sandra Gallart y Miquel Benítez