Desayuno con diamantes, 50 años de estilo

A Hubert de Givenchy le dijeron que la señora Hepburn vendría a buscar vestidos para un nuevo filme, y el diseñador, que esperaba a Katharine Hepburn, quedó sorprendido al ver a una actriz que no conocía, de nombre Audrey. No sabía aún que aquella chica pequeña de pies grandes haría triunfar su nombre gracias a los trajes altamente refinados de su taller que la convertirian en la Sabrina que enamoraba Bogart.

Cuando la actriz aceptó el papel de Desayuno con diamantes ya era su modista de cabecera, «un creador de personalidades «, en palabras suyas. Él le diseñó el traje negro que siempre encabeza los listados de los mejores diseños del cine, el mismo con que Holly Golightly desayuna ante el escaparate de la famosa joyería de la Quinta avenida de Nueva York después de una larga noche
de fiesta (y trabajo). Audrey se convirtió en un icono de moda.

Este mes se celebran los 50 años del estreno del mítico film y la imagen ha vuelto a dar la vuelta al mundo. Empezaba la década de los sesenta, cuando la actriz (consciente de que debía adaptarse a
los nuevos tiempos) decidió aceptar el papel de una chica de dudosa moralidad, que Capote hubiera preferido que interpretara la sensual Marilyn Monroe. La condición que puso fue la de suavizar el personaje y, sin quererlo, endulzándolo, lo inmortalizó. La Holly que canta Moon River en la ventana vestida con un sencillo jersey y un tejano (la ropa favorita para ir cómoda de la misma Audrey) es igual de romántica y soñadora que la Holly que se coloca un gran y elegante sombrero para ir a la cárcel de Sing Sing.

El diseño de vestuario (supervisado por la excelente Edith Head, la creadora del armario de Vacaciones en Roma) refuerza la idea de un personaje perdido en medio de la gran ciudad: una jovencita de pueblo, dotada de un chic natural, que vive la vida en libertad y que sabe que los vestidos de forma y colores lisos la harán resplandecer (como escribe Capote) y le serán muy útiles. No había chica acostumbrada a ir a fiestas que no supiera lo funcional que resulta un vestidito negro (el maravilloso invento de Coco Chanel): le cambias el accesorio y parece otro. Los de Holly son los que han inmortalizado el estilo Hepburn: peinado estirado, gafas grandes, pañuelos, collares de perlas, hombros descubiertos, escote barco…

A nuestra protagonista le gustan las perlas, que en el filme simbolizan su deseo de ir a más. Aunque sean falsas, como las del impactante collar que consigue romper el minimalismo del vestido del desayuno, una pieza de una gran modernidad gracias a su original cuello en suspensión. Este juego de sobriedad sólo se quebrantará cuando Holly intente dejar de ser ella misma y acepte casarse con un rico brasileño (José Luis de Villalonga, ni más ni menos): viste de rosa fucsia con una tiara barroca vulgar y el espectador sabe enseguida que aquello no funcionará. Un vestido vale más que mil palabras. O imágenes.

El porqué de ese título tan especial

Una leyenda urbana de la época decía que un neoyorquino quiso regalar un desayuno lujoso al marine con el que había pasado la noche del sábado y le preguntó a donde le gustaría ir. El soldado soltó el único nombre sinónimo de sofisticación que conocía:Tiffany’s. ¡Qué sabía él! Y allí, delante de un escaparate de diamantes, coloca Capote a Holly. Impecable, con la pasta, el café y una melancolía vestida de gala gracias al arte de un modisto exquisito que conseguirá que Audrey marque tendencia entre las mujeres cosmopolitas desde el 1955 hasta 1965. A Hubert de Givenchy, alumno de la gran Schiaparelli, le llamaban el aristócrata de la moda por sus diseños de líneas puras y de elegancia discreta capaces de avanzarse a su tiempo.

Apunte: Para celebrar los 50 años del filme que unió los talentos del autor de la novela, Truman Capote, el director, Blake Edwards, la actriz, Audrey Hepburn, el diseñador, Hubert de Givenchy, y el autor de la música, Henry Mancini, la editorial Electa ha publicado una recopilación de imágenes y anécdotas de la filmación con un nombre fácil: ‘Desayuno con diamantes’

Dossier Audrey Hepburn:

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Hubert de Givenchy, el diseñador que creó a Audrey

50 años del vestuario de Audrey en My Fair Lady