Vestidos de la India, un mundo de color (I)

La India es un país de contrastes, del que podríamos estar horas hablando. He pasado dos semanas de vacaciones sumergida en su cultura y me gustaría recoger en este post algunas de las imágenes más bellas de los vestidos, joyas y tejidos femeninos que he encontrado a mi paso por el norte de un país que casi es un continente. De Delhi a Agra, y siguiendo por el Rajasthan. Mujeres ricas, pobres, algunas muy tradicionales y otras mucho más contemporáneas. Un recorrido muy visual.

Como todos sabréis el sari es el vestido por excelencia de las indias, a las que tradicionalmente no les gustaba vestirse con distintas piezas cosidas. Consideraban mucho más cómodo envolverse en una larga tela de unos 5,5 metros de manera ingeniosa y bella. He visto un montón, de colores vivos y tejidos diversos. Me sorprendió que muchos de ellos no estén confeccionados con el fresco algodón (en el Rajasthan se cultiva) pero me cuentan que les resulta caro y poco cómodo, ya que se arruga. Así que viva el poliéster y el siglo XXI.

Yo aparezco en algunas fotos, como éstas dos, tomadas en el minarete de Delhi, porque a las mujeres indias les encanta hacerse fotos con una extranjera de piel blanca y pelo rubio. Y yo encantada. A mi me gustan ellas. Amables, cálidas… algunas son auténticas bellezas:

 

Entre tanto vestido tradicional, hay que destacar el cada vez más extendido uso del punjabi un blusón en forma de túnica suelta con pantalón, propio de la región de Punjab. En múltiples versiones.

No hay que olvidar que el norte de la India es una mezcla hindú y mogol. La cultura musulmana impuso en el vestuario, como en la arquitectura, las formas geométricas y florales. Les encantaban las incrustaciones de joyas en los ropajes y las ricas telas. Os pongo fragmentos de miniaturas que muestran la belleza de los diseños.